Manila puede parecer a primera vista una ciudad
muy cosmopolita, pero tiene sus contradicciones (Aunque en realidad,
¿qué cultura no las tiene? El momento de las primeras compras pone
algunas de manifiesto.
LOS MALLS: Este es un país de “malls”, uno
puede estar tentado a simplificar y decir que es por la influencia
norteamericana. En parte lo es, en parte el espantoso calor que hace
tiene algo que ver en el asunto. La electricidad es carísima en este
país, por lo que la gente prefiere pasar el fin de semana
literalmente en el “mall” en vez de en casa. Es por que
todos están bien climatizados... tanto que les aconsejo llevar algo
para cubrirse cuando van de compras... ya verán porqué.
La gente pues aprovecha del aire acondicionado,
sin tener que pagar por él. Por otro lado, ¿se imaginan lo que debe
ser ir a comprar el pan, luego sobres para carta, y terminar en el
correo con 40 grados? Una pesadilla, por eso todo está en el
“mall”, hasta la iglesia (no, no es broma).
Y claro, uno se imagina que entonces será fácil
encontrar de todo... curiosamente no, muchas tiendas tieneN
prácticamente lo mismo, sea ropa, cosméticos, muebles o lo que sea.
Hay por supuesto las tiendas especializadas en una marca (además de
las super exclusivas, de prestigiosas marcas), pero las que venden
cosas “normalitas” generalmente tienen todo igual. Es decir que
en general no hay mucha variedad.
SUPERMERCADOS: Los supermercados no se salvan. Es
increíble ver metros y metros de estantería... que ofrecen por
ejemplo el mismo tipo de salchicha sospechosamente rojo sangre, solo
que de diferente marca. Yo recomiendo comprar en el “Metro market”,
que se encuentra en un centro comercial llamado “Market, Market”, en general es el que tiene mayor variedad por lo
que se encuentra casi de todo. Digo casi porque hay problemas para
encontrar buenos productos de limpieza. Por ejemplo es casi imposible
encontrar detergente para lavadora de platos o buenas esponjas.
Tienen que darse cuenta que éste es un país en donde la gente que
puede, tiene hasta dos empleadas domésticas y que por lo tanto no
les interesa con qué realicen el trabajo, mientras lo hagan. Nada de
productos para “facilitar la limpieza”, como hay en Europa por
ejemplo (porque - claro- allí cada quién hace lo suyo), no hay
interés en eso. Entonces pues es muy raro que encuentren esa clase
de productos, y si los encuentran, es muy probable que la tienda no
los vuelva a pedir (el famoso “out of stock”) Por lo que les
recomiendo algo que a mí me recomendaron las norteamericanas
(expertas en sobrevivir en donde sea): Si encuentran algo que les
parce imprescindible COMPRENLO EN CANTIDADES INDUSTRALES, QUE NUNCA
SE SABE CUÁNDO LO VOLVERÁN A VER EN EL MERCADO. La única excepción
es por supuesto productos perecibles.
Para comprar cosas prácticas de limpieza,
almacenamiento, etc. les recomiendo las tiendas “japonesas”, como Saizen o Japan Home Center, claro, por el precio no tendrán algo muy
duradero, pero por lo menos les servirá para guardar desde papeles,
hasta comida y sobre todo a limpiar el día de descanso de la
muchacha (a menos que prefieran hacer lo que los filipinos, es decir
no hacer nada hasta que ella llegue el lunes por la mañana. Yo odio
las moscas y las hormigas, así que no puedo).
Es muy probable que al llegar algunos locales
(creyendo hacerles un gran favor), les recomienden comprar una
tarjeta de la exclusiva S&R, un supermercado que vende al por
mayor y cosas “importadas” (No importa de dónde, si dice
“importado”, los filipinos “finos” lo van a comprar, en eso
se parecen a ciertos latinoamericanos). Yo les recomiendo que lo
piensen bien, porque en primer lugar no hay nada que no puedan
conseguir en un “Metro market” y en segundo lugar, pues
justamente vende al por mayor, es decir en grandes cantidades. A
menos que tengan una familia muy grande o que piensen hacer fiestas
muy seguido, no sale a cuenta. Yo la usé solo dos veces y más es lo
que me tardaba en pagar (hay unas colas interminables y luego al
salir el guardia de seguridad revisa que la factura concuerde con los
objetos comprados, y nuevamente no, no es broma) que en escoger los
productos. En mi caso en el que hay mas gatos que humanos en esta
familia, no valía la pena tanta molestia.
MERCADOS AL AIRE LIBRE: Por supuesto hay mercados
al aire libre, pero solo he visitado el “Market, market” (por eso
se llama así, porque tiene el centro comercial y el mercado libre en
el mismo sitio) y el calor me agobiaba. Si no les molesta el calor,
valen la pena pues sobe todo para especialidades locales y productos
frescos, se consiguen buenos precios.
Algo interesante son los mercados callejeros los
fines de semana. No hay por todos lados, solo en algunas zonas
exclusivas. Hay por ejemplo el “Mercato Centrale”en Fort
Bonifacio o los famosos mercados de Salcedo y Legaspi. No son realmente mercados al aire libre, aunque
estén fuera y puedan conseguir frutas y verduras de muy buena
calidad. Se trata más bien de vender comida (muchos restaurantes
venden en estos mercados) y productos gourmet. Los precios pues son
un poco más altos que los de un verdadero mercado, pero vale la pena
por el ambiente, los aromas, las delicias... una vez más, si
soportan el calor.
MUEBLES: Para comprar muebles, prepárense porque
las cosas aquí funcionan de manera muy extraña. Pareciera ser que
en las tiendas hay solo una muestra de cada cosa. Lo comprobamos
cuando quisimos comprar lámparas de cabecera. Veíamos una que nos
gustaba, preguntábamos el precio, pedíamos dos (que somos DOS en la
cama) y la respuesta invariable era “lo siento, sólo tenemos
esta”. No importaba el modelo, no importaba el precio, solo había
una en toda la tienda. Igual nos pasó con los estantes; buscamos
mucho para conseguir cosas que por lo menos tuvieran el mismo estilo.
No sé cómo harán los locales para comprarse por ejemplo un juego
de comedor, porque como he visto las cosas, no me sorprendería que
tengan la mesa de un color y las sillas de otro que no hace para nada
juego. Normalmente les llevan los muebles a casa, pueden cobrarles
algo o inclusive se los pueden llevar gratis. Eso sí: jamás les
dirán a qué hora llegarán los muebles. En una tienda inclusive,
ante mi insistencia por saber la hora, me preguntaron si tenía algún
día de la semana en la que no salía para nada de mi casa (…) Debo
decir que en esa tienda eran muy especiales, porque nos hicieron
“dibujar un mapa” de cómo llegar al condominio (Acabamos de
mudarnos a este país, ¿Cómo demonios quieres que sepamos el camino
más corto a donde sea?)
Encontrarán tiendas en todos los centros
comerciales por supuesto, pero también hay algunos “depot center”,
en donde pueden conseguir las cosas un poco más baratas. En “Market,
market” (les juro que no me están pagando nada, es que realmente
es muy práctico para comprar) hay una parte que se llama “Home
market” en donde se encuentran varias tiendas juntas. Si quieren
cosas de la misma calidad pero más baratas, pueden encontrarlas en
Pasig, en donde hay muchas tiendas agrupadas en la calle principal.
Muchas veces la calidad de estos lugares no es la mejor, generalmente
todo viene de china y no es realmente madera.
Hay por supuesto tiendas de muebles elegantes y
de buena calidad, pero los precios son como en Europa. Si su
intención es llevarse los muebles de regreso, pueden ir a esas
tiendas. Las camas de Kenneth Cobonpue son por ejemplo famosas (… el precio también).
Lo más valioso aquí en cuanto a muebles son los de ratán y de
maderas nativas como narra o camagón. Pueden conseguir cosas a
precios más civilizados si van donde pequeños ebanistas. Eso sí,
les recomiendo no mandar a hacer, sino comprar lo que ya está listo.
Es que los pobres están desesperados por vender y por ejemplo, yo me
mandé a hacer unos muebles de comedor... y la madera no estaba bien
seca, los muebles se han deformado un poco y no sé si sobrevivirán
el viaje a Finlandia. Igual he decidido correr el riesgo, pero me
daría mucha pena perder tan lindos muebles. Con muebles ya listos
se aseguran de que la madera está más que preparada.
Si lo que desean es cosas que no van a llevarse
consigo, otra posibilidad es comprarlos de segunda mano. Hay una zona
aquí en donde hacerlo, pero las cosas son más bien antigüedades o
realmente muebles muy viejos, prácticamente para la basura. Una
opción es inscribirse al llegar a asociaciones de expatriados (Las
hay casi para todos los países: ANZAC para los australianos, Manille
bienvenue para los francoparlantes...), porque los que se regresan,
generalmente venderán sus muebles, muchas veces a buenos precios y
los anuncian en sus listas internas.
ARTESANÍAS: Y hablando de lindos muebles filipinos, si se animan a comprar artesanía, es mejor ir a tiendas como Kultura o Balikbayan. Hay un mercado de artesanías en Quiapo, pero realmente no vale la pena el desplazamiento (a menos que vayan a ver la iglesia o a hacerse leer la suerte en el barrio chino), comparado con nuestros “mercados indios”, da penita las cinco tiendecitas mal abastecidas en solo dos callecitas que recorren de dos zancadas. Lo que se ahorran comprando, lo gastarán en el taxi. Los precios de esas dos tiendas que les recomiendo son bastante aceptables. Otra opción es comprar en “Tiendecitas”, cerca de Ortigas o en Greenhills, pero allí, cuidado con la cartera. En ambos lugares hay zonas para la artesanía, entre los bolsos de imitación, y la ropa “made in china”.
Y hablando de compras con aventura incluida, si
quieren visitar la zona “pura y dura”, vayan a “Divisoria”,
pero allí, cuidado hasta con la vida (nuevamente, no, no es broma) A
parte de que les pueden dar gato por liebre (a mí me ha pasado con
algo típicamente filipino llamado “capiz”, que en el caso de lo
que compré, cambió el nombre por “barniz”... y se me está
pelando), sí que es posible conseguir cosas mucho más baratas allí
y con mucha más variedad que en Quiapo (realmente: para comprar
artesanía, no vale la pena). Pero son lugares peligrosos, aunque
claro, nada a lo que los latinoamericanos no estemos acostumbrados.
En todo caso créanme, las dos tiendas que les nombré al principio
ofrecen cosas de cuya calidad no necesitan dudar y a precios más que
razonables. Kultura se encuentra a demás en casi todos los “malls”,
lo que facilita aún más las compras.
ULTIMOS CONSEJOS en cuanto a compras: la ropa aquí
está hecha tamaño pitufo. Yo que solo mido 1.60cm y peso 55 kilos,
consigo ropa que me queda como minifalda y debo comprar talla large.
Si son muy altos... mejor se traen toda la ropa que puedan con
ustedes, porque ni la ropa de marcas internacionales se salvan, como
ustedes saben, los productos se adaptan al país. Por lo general la
ropa nacional no explica en la etiqueta de qué material está hecha,
cuidado los alérgicos. En todo caso el algodón aquí es el peor que
he visto en el mundo. Cuidado cuando pregunten por un material,
porque les dirán que sí es cuando en realidad es “mix fabric”,
lo que en buen cristiano significa 0.05% de algodón y sabe Dios qué.
Eso sí: si el zapato dice “cuero mezclado”, pueden estar seguros
de que NO ES CUERO. Cuidado cuando compren jabones o hidratantes para
el cuerpo, casi todo tiene blanqueador (una obsesión en Asia). Lean
bien las etiquetas... y mucha suerte, porque algunas están en chino
o coreano.
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